¿Porqué el Teatro?
Llegas al teatro con tu persona favorita, algunos amigos o toda la familia, depende la ocación.
Entras a la sala, caminas hasta tu lugar, ahí en tu asiento sigues platicando, sonríes, esperas a que comience.
De pronto, antes de empezar la función, te das cuenta de un aroma a chocolate caliente que antes no estaba en el ambiente y se escucha una voz:
"Esta es la tercera llamada, tercera, tercera llamada ¡comenzamos!"
Las luces se apagan
Todo es oscuridad. Muy bajito se escucha el viento soplando suavemente, el sonido de algunos grillos aparece y el crepitar de la madera nos relaja.
Por el lado izquierdo cae una luz tenue de color azúl, y a lo lejos se escuchan las herraduras de unos caballos y las ruedas de una carreta a toda velocidad que rompen la tranquilidad del momento, un perro ladra e inmediatamente se calla.
Nos hemos transportado a otro lugar, quizás a otro tiempo.
Se apaga poco a poco la luz del lado izquierdo y se ilumina el lado derecho, con unos tonos amarillos, ahora vemos la chimenea, o por lo menos su luz que hace bailar las sombras de los pocos muebles que ahí habitan.
Todo esto sucede y aún no hemos visto a ningúna persona sobre el escenario.
Una mujer histérica vestida de blanco entra corriendo y se desploma frente al fuego, llora cubierta de sangre con un cuchillo en la mano.
¡Ha comenzado la obra!